El sueño: correr de cabaña en cabaña en los Dolomitas

Este otoño, finalmente pude marcarlo. Junto con dos amigos y mi entrenador Magda Boulet, volé a Venecia y conduje hacia el norte, hacia los Dolomitas. Pasamos una semana corriendo de cabaña en cabaña, serpenteando 20 millas cada día, deteniéndonos para tomar capuchinos y strudel y quedándonos en pequeños rifugios familiares en lo alto de las montañas.

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Fue un viaje de abundantes risas, largas comidas, fuertes subidas, descensos sueltos y un puñado de salientes expuestos para cruzar de puntillas. Pero la parte superior de la larga lista de aspectos destacados fue la gente que conocimos. La amabilidad y el cuidado que recibimos de unos completos extraños no se parecía a nada que hubiera experimentado.

Ruta y Rifugios

Trabajamos con una empresa de guías local, Dolomite Mountains, que facilitó nuestra planificación. Ofrecieron sugerencias sobre senderos, lugares para dormir y picos para escalar. Nuestra ruta nos llevó 100 millas desde San Candido a Compatsch, a lo largo de algunas de las principales avenidas. Atravesamos el subgrupo de montañas Sesto, en la frontera del Tirol del Sur de habla alemana de Italia y la región italiana del Véneto, que fue la frontera de Austria e Italia en la Primera Guerra Mundial.

Muchos de los senderos aquí fueron desarrollados por soldados: en muchos lugares todavía se pueden ver viejas trincheras, barricadas defensivas y fuertes. En nuestro primer día corrimos bajo Tre Cime, un trío de picos que me recordaba a mi hogar en los Tetons. Continuamos por valles remotos y pasos altos en el Parque Natural Fanes-Sennes-Braies, a través del icónico Alta Badia valle, pasado el Parque Natural de Puez para Val Gardena, a través de un hermoso prado alpino llamado Alpe di Siusi, luego subimos a la cima de Plattkofel y subimos a Rosszahnscharte, nuestro último paso importante, antes de correr hasta Compatsch.

Durante los primeros dos días, nos dirigió Paolo Posocco, un corredor local y un guía increíblemente informado, que ofreció un buffet constante de conocimientos sobre la ecología, la historia y los senderos de la zona. Después de dos días con Paolo, nos entristeció verlo irse y seguir en contacto hasta el día de hoy.

Hay decenas de rifugios bucólicos, pero algunos se destacan del resto. Drei Zinnen Blick se encuentra en un valle adyacente a un hermoso lago, cerca de Tre Cime. Rifugio Fodara Vedla se encuentra en lo alto del rango, sin servicio celular y anfitriones cálidos y amigables que lo hacen sentir como en familia. Rifugio Sassopiatto tiene algunas de las mejores vistas, encaramado en una cresta. Gostner Schwaige, un pequeño restaurante cerca del final de nuestra carrera, fue sin duda la mejor comida que tuvimos en todo el viaje.

Estaciones climáticas

Pasamos la última semana de septiembre en los Dolomitas, que está en plena temporada marginal. Con temperaturas frescas (tuvimos más de una mañana helada), hojas cambiando de color y un clima ciertamente voluble, creo que fue el momento perfecto para visitar. Había considerablemente menos turistas que durante la temporada alta, lo que hace que los senderos sean más divertidos de recorrer. Las paradas de rifugio al mediodía fueron más tranquilas y teníamos muchas más opciones de lugares para hospedarnos, lo que hizo que nuestras interacciones con los anfitriones y la inmersión en la cultura local fueran mucho más íntimas.

Equipo que usamos y amamos

Vestido de ejercicio de voces al aire libre– OV recientemente comenzó a hacer equipo para la escena de la carrera y dio en el clavo con este vestido. La tela transpirable, las correas ajustables, los dos bolsillos y el forro incorporado lo hacen ideal para largos días en la montaña.

Outdoor Voices Fast Track Manga corta– Menos es a menudo más. Esta camiseta de running es cómoda, transpira bien y es ligera, todo lo que pido en una buena camiseta de running.

Jogger Stio Fremont de forro polar elástico– Teníamos muchas mañanas frías cuando los pantalones cortos no nos quedaban bien. Estas mallas de forro polar transpirables se mueven contigo y son algunas de las mallas más cómodas que hemos probado.

Chaqueta con capucha Stio Alpiner– Una capa imprescindible para cualquier misión alpina de alto rendimiento, el Alpiner rara vez se sobrecalienta, incluso cuando estás sudado. Elástico y resistente al agua, era perfecto para nuestros días fríos y brumosos.

Capa base Tracksmith Brighton– Una de las piezas más populares de la marca por una razón. Con una malla de lana Merino más abierta alrededor del núcleo, mantiene tus extremidades calientes sin sobrecalentar al resto de ti. Además, es resistente a los olores, lo cual es una gran ventaja en un viaje de una semana.

Pantalones cortos Tracksmith Off Road– Diseñados para largos días en el sendero, estos pantalones cortos 2 en 1 tienen una capa exterior ligera con pantalones cortos de compresión debajo, un cinturón trasero para llevar una capa adicional, dos bolsillos en la cintura para bocadillos y bolsillos interiores para el teléfono o las llaves.

Ciele ALZCap– La versión más reciente del popular GOCap, tiene más cobertura de malla para maximizar la transpirabilidad y una apariencia más ajustada y de perfil bajo que las versiones anteriores.

Sombrero Nórdico Skida– El primer producto de la marca no ha cambiado en años, por una buena razón. Originalmente diseñado para el esquí de fondo, encontramos que el gorro nórdico es perfecto para correr en otoño. Absorbe la humedad mientras te mantiene cómodo y abrigado, y es fácil de guardar cuando no está en uso.

Zapatilla Brooks Catamount Trail– Los senderos en los Dolomitas son rocosos y accidentados, por lo que un zapato con buena tracción es clave. Con un agarre de goma único, amortiguación de espuma y una capa protectora en la entresuela, el Catamount nos ayudó a subir y bajar media docena de pasos de montaña.

Reloj Coros Apex Pro– Con una duración de batería increíblemente larga, seguimiento preciso y funciones de mapeo bien diseñadas, el Apex Pro jugó un papel clave para mantenernos en la ruta y a tiempo.